Los Hijos de Mafalda: LUIS EMILIO RECABARREN.

martes, diciembre 08, 2009

LUIS EMILIO RECABARREN.

LUIS EMILIO RECABARREN.

• No sólo fue un agitador, organizador sindical y político. Asimismo fue un pensador, un precursor del marxismo latinoamericano. Nació en Valparaíso en 1876. A los 14 años trabajaba de obrero gráfico y en 1894 ingresó al Partido Democrático. Fue elegido diputado por Antofagasta en marzo de 1906, pero se le negó el cargo por negarse a jurar por dios. En 1906, fundó el Partido Democrático Doctrinario. Contribuye a la creación del Partido Comunista Argentino, en 1919.
• En 1912 fundó el Partido Obrero Socialista y en 1919 ganó la dirección de la Tercera Convención de la Federación Obrera de Chile. En 1922, logrando la fusión del POS, de la FOCH y otros organismos populares, crea el Partido Comunista de Chile. Ese mismo año viaja a Rusia, apoyando a la III Internacional. En su folleto “Rusia Obrera y Campesina”, destacó las figuras de Lenin y Trostky.
• Bregó por la unidad de obreros y campesinos. Apoyó a la mujer en su emancipación. Como ejemplo de ello fue la conferencia titulada “La Mujer y su educación”, publicada por la Imprenta Socialista de Punta Arenas. En 1920, fue candidato presidencial. Problemas políticos y personales, llevaron a Recabarren a quitarse la vida el 19 de diciembre de 1924.
• En 1910, escribió en su ensayo “Ricos y Pobres a través de un siglo de vida republicana”: “¿Quiénes dieron el grito de emancipación política en 1810? ¿Dónde estuvieron y quiénes fueron los personajes del pueblo trabajador que cooperaron a aquella jornada? La historia escrita no nos dice nada y los historiadores sólo buscaron los héroes, los personajes, entre las familias de posición, entre la gente bien”.
• Entendió el desarrollo del capitalismo minero y agropecuario, durante la segunda mitad del siglo XIX: “La clase capitalista o burguesa, como le llamamos, ha hecho evidentes progresos a partir de los últimos 50 años, y mucho más desde la guerra de conquista de 1879, en que la clase gobernante chilena anexó la región salitrera”. Con ello, denunció el carácter de la Guerra del Pacífico, emprendida por la burguesía chilena para apoderarse de los ricos yacimientos salitreros de Tarapacá y Antofagasta, pertenecientes a Perú y Bolivia.
• En la Declaración de Principios, aprobada en la III Convención Nacional de la FOCH, en diciembre de 1919, se expresa: “Abolido el sistema capitalista, será reemplazado por la Federación Obrera, que se hará cargo de la administración de la producción industrial y de sus consecuencias”. De ninguna manera se podría pensar que ésta era una actitud anarquista o anti-partido; dicha propuesta emanaba de su experiencia de lucha, que le aconsejaba señalar que la clase trabajadora organizada en su central sindical debía y estaba en condiciones de hacerse cargo de la administración de la economía del país.
• Otro aspecto relevante de su pensamiento fue su concepción del Socialismo: Para él se trataba no solamente de terminar con la propiedad privada de los medios de producción, sino también de crear un tipo distinto de hombre y de mujer en una sociedad distinta a la capitalista. Insistía en los aspectos morales, en la igualdad, en el amor y el mutuo respeto. No por nada, su folleto “El socialismo”, comienza con la siguiente frase: “El socialismo es una doctrina de estructura precisa y definida, que tiene por objeto modificar las defectuosas costumbres actuales, proponiendo otras más perfectas.”
• Este lenguaje de un marxista de principios de siglo aparece como extraño y “moralista” para los militantes de la izquierda actual, pero es necesario comprender que Recabarren luchaba contra las costumbres y hábitos, como el alcoholismo, que eran una traba para la organización de los primeros sindicatos. Sin embargo, no estaría mal que todos los partidos, movimientos, colectivos, marxistas del presente retomaran las banderas de la lucha por crear las bases del “Hombre Nuevo”, que levantó con vigor y convicción el Ché Guevara.
• Incluso, abordó el tema del amor, señalando que: “en el momento presente no hay amor en la sociedad, puesto que la vida está organizada sobre la base del egoísmo, que es la negación del amor. No puede haber amor donde hay explotación, no puede haber amor donde hay opresión y tiranía”. ¡QUE VIGENTE SIGUE ESTA TESIS!
• Fomentó la creación de teatros populares tanto para elevar el nivel cultural del pueblo como para promover entre los trabajadores y trabajadoras el amor, el respeto mutuo y los vínculos igualitarios. No negaba las Grandes y Clásica Obras de Teatro, pero estimulaba al teatro popular, porque estaba consciente de que a ellas asistirían con mayor facilidad los explotados del campo, la ciudad, las minas y los puertos. En rigor, Recabarren estaba generando una contracultura.
• Consciente de que los sindicatos eran frentes de masas donde la ideología de la clase dominante penetra con fuerza, Recabarren trató de crear sindicatos, que sin ser rojos, contrarrestaran esta influencia, transformándose en Escuelas de vida colectiva: “¿No debemos hacer que el sindicato desde hoy sea siquiera el comienzo de lo que ha de ser cada nuevo día hacia el porvenir? Y para ello, ¿qué hay que hacer? Hacer que todo sindicato sea: una escuela cada vez más perfecta, completa, cuya capacidad colectiva, haciendo ambiente, ayude a cada individuo a mejorar sus condiciones intelectuales, morales y su capacidad productiva con el menor esfuerzo; que sea también una universidad popular democrática que proyecte todos los medios y conocimientos necesarios e indispensables para el desarrollo ilimitado de los conocimientos y que sea un centro de cultura siempre en marcha a la perfección”.
• Otro medio, utilizado por Recabarren, fue la imprenta. Fueron solventadas peso a peso por los obreros. En ellas, se editaban periódicos, folletos, y hacían sus primeras armas literarias los trabajadores, enviando poesías y comentarios. Recabarren, sostenía que los periódicos obreros debían hacer propaganda clasista, partiendo del nivel real de conciencia de clase de los explotados.
• No alcanzó a teorizar sobre la cuestión nacional, pero no existe ninguna duda de su actividad antiimperialista, pues precisamente su acción sindical en los centros mineros del salitre, del cobre y del carbón estaba dirigida justamente contra las empresas norteamericanas. Las huelgas por él organizadas apuntaban al corazón del capital monopólico más importante invertido en Chile.
• Recabarren comprendió a cabalidad la concepción de la Revolución Socialista, luego del triunfo de los Soviet. A partir de entonces su posición es inequívoca. Podría señalarse que no alcanzó a teorizar sobre la combinación de las tareas antiimperialista y anticapitalista en un proceso ininterrumpido al socialismo. Pero nadie puede sostener con seriedad que Recabarren ignorara el problema, sobre todo después de su asistencia al IV Congreso de la Internacional Comunista, donde precisamente se discutió como tema central el carácter de la revolución en los países coloniales y semicoloniales.

Aporte de:
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA.
DICIEMBRE DE 2009.

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