Los Hijos de Mafalda: Apunte N°VII El Proceso de Acumulación Original de la Riqueza en Chile, la Propiedad de la Tierra

lunes, abril 23, 2012

Apunte N°VII El Proceso de Acumulación Original de la Riqueza en Chile, la Propiedad de la Tierra


SOCIÓLOGO
SECRETARIO DE LOS HIJOS DE MAFALDA

Apunte N°VII

El Proceso de Acumulación Original de la Riqueza en Chile, la Propiedad de la Tierra



La historia es lo que se cuenta del pasado
El pasado es lo que con más fuerza tratamos de olvidar
Pero cuando más olvidamos el pasado
Más nos cuesta comprender el presente
Y sin no podemos comprender el presente
Nunca sabremos cuál es nuestro futuro

         Hoy en día, hablar de la riqueza y la acumulación de capital viene a ser un tema muy alejado de la realidad cotidiana de nuestro pueblo, pues nuestra realidad gira en torno a la consecución de un trabajo, y la mantención del mismo, o a la creación de algún negocito que nos permita la satisfacción de nuestras necesidades básicas, para así poder subsistir. También, la discusión sobre la riqueza en el ceno de nuestro pueblo no es relevante, ya que nuestro pueblo sueña en algún momento llegar a ser rico o millonario. Esta realidad, de nuestro país y el mundo implica directamente fantasear con lo que muchos llaman el sueño americano (que es en realidad el sueño estadounidense), que establece en teoría, la igualdad de oportunidades y la libertad que permite que todos los habitantes de un país logren sus objetivos en la vida únicamente con el trabajo esforzado y la determinación para hacerlo. Este famoso sueño americano es una idea expresada por primera vez en 1931 por el historiador estadounidense James Truslow Adams, que establece que la prosperidad y la riqueza depende de las habilidades de cada persona y del trabajo que esta realice.

En nuestro país, el sueño Americano se ha instalado e internalizado culturalmente, situación fácil de comprobar, bajo el mito que viven muchas personas que aseguran que “con arduo trabajo y persistencia podrán en algún momento hacerse ricos”, discurso sustentado y reforzado por los grupos de poder de nuestro país, y por su brazo político, la derecha chilena .

Este “sueño Americano”, debe ser él sueño que impulsa a los microempresarios chilenos, que piensan que entre más se autoexplotan  y mientras más explotan a sus familias, más rápido podrán alcanzar el sueño de ser ricos. El sueño de hacerse ricos de los micro, pequeños y medianos empresarios, se establece bajo la base de la igualdad de oportunidades y condiciones de mercado, sustentado en la libertad empresarial, asegurada por la ley de antimonopolios. Pero a pesar de la tenacidad, persistencia y arduo trabajo, tanto de los micro, pequeños y mediaos empresarios, no podrán hacerse ricos, porque la riqueza, como se ha demostrado históricamente, no se consigue con el arduo trabajo individual y familiar, la riqueza principalmente se consigue a partir de la expropiación de los medios de producción como la tierra, y la apropiación del trabajo de las personas.

Efectivamente existen casos excepcionales de personas que se han hechos millonarias gracias a una gran idea, o a una innovación tecnológica, pero para poder ejecutar sus proyectos han necesitado recursos económicos frescos o financiamiento, lo que quiere decir que han tenido que vender parte de su idea al capital o a los millonarios ya existentes, perdiendo independencia y libertad, y traspasando al mismo tiempo el control de su genial idea a las fuerzas del capital históricamente existentes.

Claro, hay otros muchos que se hacen ricos por medio del azar, esos que compran el Quino, Lotos, o apuestan en las máquinas de azar que hoy llenan nuestras poblaciones, esos que por su pobreza no pueden entrar a los casinos de juego, donde asisten los que sí tienen dinero para gastar como entretención. Para estas personas cualquier tipo de juego de azar puede acercarlas a la riqueza soñada. Pero por mucho que estas personas se ganen el Quino, o el poso de la Lotería, nunca serán millonarios como los verdaderos millonarios, ya que la riqueza, en el caso particular de Chile ha sido durante toda su historia, solamente un proceso de expropiación, traspaso y acumulación permanente de los mismo grupo de personas, si efectivamente, desde el inicio de nuestra historia han sido las mismas familias que han mantenido y concentrado la riqueza y el poder en nuestro país.
Cuando hablamos de poder, nos referimos a un amplio abanico de posibilidades, tales como la propiedad de la tierra y el comercio que concentran el poder económico, el poder político y religioso, el poder del conocimiento y su prestigio asociado, el poder de las leyes o judicial, y para los menos inteligentes de las familias que acumulan el poder, está el  poder de las armas o poder militar.

Para sustentar nuestra afirmación, en primer lugar debemos establecer un punto de origen de la riqueza nacional, el que no puede ser otro que la propiedad de la tierra, ya que de ella obtenemos la gran mayoría de nuestros alimentos y productos agrícolas que comercializamos a nivel internacional, además, de la tierra también se extraen todos los minerales que hoy se comercializan en los mercados del mundo. Pero la tierra no produce sola, se hace necesario el trabajo realizado por el indio, el esclavo, el inquilino, el peón o el obrero, sujetos que por no ser propietarios, o por haber perdido por la fuerza la propiedad de las tierras ancestrales, solamente tienen su fuerza de trabajo para ser intercambiada por bienes y servicios que le permitan la subsistencia.

Al poder de la tierra se le asocian el poder político, el que determina la organización del Estado y las leyes que regirán a la nación, y que debe ser asegurado por la fuerza de las armas, que han sido santificadas por la iglesia.

Pero este texto pretende establecer la propiedad inicial de la tierra, y la riqueza que esta propiedad otorga, riqueza que las monarquías comprendían claramente, pero la propiedad de la tierra se sustenta y se mantiene gracias a las leyes que son creadas e impuestas por el poder político, en consecuencia, estas dos manifestaciones del poder están asociadas y se manifiestan paralelamente, es por este motivo que el siguiente apunte de formación considerará estas dos manifestaciones del poder original en Chile.
¿Cómo se obtiene la propiedad de la tierra?

LA PROPIEDAD DE LA TIERRA.

Cuando comenzamos el estudio del proceso de acumulación inicial de la riqueza, y en este caso, la propiedad original de la tierra, debemos remitirnos a la discusión histórica entre los filósofos y jurisconsultos, sobre el origen de la propiedad rural. Donde unos atribuyen la propiedad de la tierra a la utilización de la fuerza, y otros a los pactos y convenciones, tácitas o expresas.

Claro, podemos comenzar con la discusión sobre si la propiedad de la tierra originalmente se produce gracias a la utilización de la fuerza, o a pactos y convenciones, expresadas en traspasos hereditarios y ventas. Para salvar esta discusión, debemos en primer lugar establecer que la propiedad inicial de la tierra durante la historia de la humanidad ha sido mediante la utilización de la fuerza, expresadas en guerras y ocupaciones militares, pero como lo plantea Rousseau la ley del “más fuerte no es nunca lo bastante fuerte para mantenerse siempre en el poder, y para dar continuidad a su poder, debe transformar su fuerza en derecho, y el derecho en ley (Marco legal; Constitución) y la obediencia en deber. De ahí, el derecho del más fuerte, se impone de forma permanente. Más cuando el pueblo cede a la fuerza, lo hace como un acto de necesidad, y no de voluntad”[1], este acto de prudencia de los pueblos, significa finalmente la instalación de nuevos pactos y convenciones, que dan legalidad al proceso de expropiación de la tierra,  y bajo este proceso, el pueblo termina aceptando el nuevo orden sin percatarse del cambio y transformación que ha sufrido la cultura y la sociedad en general. En conclusión, la propiedad de la tierra en su origen se funda en la utilización de la fuerza, para posteriormente generar un marco legal que establezca nuevos pactos y convenciones, que legitimen la nueva propiedad de la tierra.

Frente a lo expuestos, nace una pregunta, ¿Cómo se establece la propiedad de la tierra en Chile?, una respuesta fácil sería que esta, se encuentra dada gracias al imperio de la ley que impusieron los españoles en el proceso de conquista y colonización, pero para hacer más interesante esta nueva afirmación, debemos exponer que, la propiedad de la tierra en Chile, así como la propiedad de la tierra en Latino América, se funda específicamente en la historia de los pueblos Europeos, es por ello que debemos hacer un rápido resumen de los diversos procesos de colonización y conquista que vivieron los habitantes del viejo continente.[2]

En primer lugar debemos remitirnos a la socio-historia de los pueblos de Europa, socio-historia plagada de guerras y dominación, donde se establecía la costumbre de partir las tierras con los pueblos vencidos, “aunque no todos hacían el repartimiento (de tierras) de una misma manera, ni con igual equidad. Los borgoñones se apropiaron en Francia de dos terceras partes de las tierras de labor, la mitad de los bosques y prados, y la tercera parte de los esclavos. Los hérulos solo tomaron a los italianos una tercera parte de las tierras, y los lombardos, dejándolas todas (las tierras) a los antiguos propietarios, y los gravaron con el censo predial del tercio de los frutos”[3]. En Chile, la repartición de la tierra se hizo por medio de las mercedes de tierra, mecanismo por el cual se apropiaba la totalidad de la tierra de los Mapuche vencidos, y dejando algunas porciones de tierras a los Mapuche aliados, los que debían entregar trabajadores para las labores agrícolas.

La historia europea nos muestra que con la caída del imperio romano, las provincias, entre ellas la península hispánica, nuestra madre patria, queda desprotegida, lo que trae como consecuencia que se produzcan nuevas conquistas de la península, de parte de pueblos germánicos, particularmente los godos primitivos, ellos “no despojaron enteramente a los españoles de todas sus tierras. Las partieron con los naturales, dejando a estos la tercera parte, y apropiándose las otras dos de las que estaban en cultivo”.[4]

Pero nuestra madre patria posteriormente fue conquistada  por los árabes, quienes establecen que: “A las ciudades y villas principales permitieron el libre ejercicio de su religión, leyes y costumbres, bajo de ciertas condiciones y tributos, más o menos gravosos, según había sido su defensa, y el genio más o menos feroz de los generales vencedores. Pasados los primeros ímpetus de la conquista, se redujeron, de orden del Califa, a un quinto (20%) de todos los frutos y rentas en los pueblos tomados a viva fuerza, y a sólo un diezmo (10%) en los rendidos sin mucha resistencia.”[5] Esto quiere decir que, los árabes, finalmente terminaron cobrando menos impuestos que el mismo Estado chileno.

Siguiendo con la historia, en las regiones como “Asturias, León, Castilla y demás provincias sujetas a los cristianos, los reyes y señores propietarios, siguiendo las costumbres de los godos, sus ascendientes, despreciaban la agricultura y artes mecánicas, no teniendo por honorífica otra profesión que la de las armas. El campo se cultivaba por esclavos o solariegos, que llenos de ignorancia y de miseria, solo podían pensar en sacar de la tierra lo muy preciso para pagar las cargas y escaso alimento de sus familias”[6].

Pero los españoles no siempre estuvieron bajo dominio extranjero, es así como en la edad media, los monarcas hacían la guerra, los señores y soldados no eran asalariados por el Estado, y “para cederle todas las conquistas, sino de mancomún, y a su propia costa: y por consiguiente tenían un derecho para repartirse las ganancias (en este caso la tierra), a proporción de las fuerzas y gastos con que cada uno contribuía”[7]. Los señores y los soldados al no percibir remuneración, por lo mismo en forma de pago terminaban distribuyéndose la tierra, donde el quinto (20%) de todas las ganancias era precisamente para el rey, “también pertenecían al rey enteramente los jefes o caudillos mayores de los enemigos, con sus mujeres, hijos, familia y muebles de su servidumbre. Pertenecían igualmente a la corona las villas, castillos y fortalezas, y, los palacios de los reyes, o casas principales de los pueblos conquistados”,[8] que eran entregados a los señores que participaban en la guerra a modo de premio por servicios, y con ello a toda la población que vivía en dicho territorio.

Es muy importante comprender que las rentas prediales (impuestos), se pagaban “en frutos”, pues “eran el principal patrimonio, así de la corona, como de la iglesia y de los señores, porque la escasez del dinero, la falta de comercio, y la rudeza de las artes, no presentaban otras riquezas”[9].

No debemos olvidar que “la palabra vasallo, no significaba en la edad media, como ahora, cualquiera súbdito del soberano, o de algún señor, sino a los que recibían salario en tierras, frutos, o dinero para servirles en su casa y en la guerra”[10].

Como hemos podido establecer en primer lugar, la propiedad inicial de la tierra se realiza por medio de la usurpación gracias a la aplicación de la fuerza, pero no toda la tierra era repartida entre los vencedores, ya que nunca los conquistadores contaron con la fuerza necesaria para una total dominación, y se vieron obligados a asociarse con algunos grupos de poder para mantener y asegurar su dominación. Esta relación que se establece entre dominadores y dominados genera posteriormente, por un lado, una clase social al servicio del conquistador que en algunos casos termina mezclándose con el conquistador vía matrimonio, y en segundo lugar, establece un marco legal que termina legitimando la dominación y conquista. Desde este punto en adelante comienza el proceso del establecimiento de un sistema contractual, que asegura el traspaso de la riqueza en este caso de la propiedad de la tierra permanentemente a nivel hereditario.

Pero el marco legal que establece el proceso de institucionalización de la propiedad permanente de la tierra se comienza a producir en los tiempos confusos del gobierno feudal “periodo donde se encuentran los orígenes más ciertos de la mayor y más notable parte de las costumbres europeas: de la sucesión hereditaria de las monarquías; de la etiqueta en las casas reales; de las magistraturas y altas dignidades; de la nobleza; la perpetuidad de los oficios honoríficos, los mayorazgos, etc.”[11]. Inmediatamente asociada a las dignidades hereditarias se encuentran “las citadas leyes é instrumentos que se explica con el nombre de tierra, honor y feudo, se da á entender en otros con los de mandación, préstamo y encomienda, palabras casi sinónimas y equivalentes á las de feudo, como puede comprenderse de las dos cartas ó títulos publicados por el Padre Risco.”[12]

En la conquista de América y particularmente en Chile, la función del conquistador fue casi exclusivamente la guerra, ya que el español, debía estar constantemente bajo del grito de “al arma”, con el objeto de prevenir y sofocar cualquier tipo de disturbio o levantamiento de los Mapuche, de esta forma se establece que la función del conquistador es claramente de carácter militar, y la función del Mapuche encomendado es la de agricultor y constructor.

Ahora bien, con la información ya expuesta podemos asegurar en primer lugar, la propiedad de la tierra en Chile se establece por medio de la fuerza, que termina legitimada bajo un marco legal en el periodo de la colonización, periodo en el cual la institucionalización de la propiedad de la tierra se establece y traspasa de forma permanente vía herencia, y la herencia expresada por una institución denominada MAYORAZGO, asociado al feudo. Los mayorazgos son la institución europea que establece y asegura la permanencia en el tiempo del nombre de la familia y los honores asociadas a estas, al mismo tiempo, el mayorazgo es un término que se refiere a una porción de tierras, que en América tomó el nombre de Merced de Tierras, que deben ser trabajadas por la Mandación o Encomienda, donde la encomienda en la práctica fue una concesión de indígena para el trabajo de la tierra, que era propiedad del conquistador y colono español, derecho otorgado por la corona española.

A modo de resumen, la corona entrega la tierra al conquistador, y al mismo tiempo entrega a los habitantes de dicha tierra para que realicen trabajo esclavo para el propietario, que traspasa tanto la propiedad de la tierra como la propiedad de los indígenas vía herencia, a este traspaso hereditario se le denomina mayorazgo, que es el sistema de mantención del poder económico y político perpetuamente. Pero no se preocupen, aún falta información, con la que se podrá explicar de forma mucho más clara nuestras afirmaciones…

Para finalizar este primer punto referente al proceso de acumulación inicial de la riqueza, no podemos dejar de establecer que una de las principales características del régimen medieval español que se replica en América, es que “la milicia estaba entonces sobre muy diverso pie que la actual. No había lo que se llama tropa viva, ni regimientos fijos, como ahora. En la monarquía gótica todos los propietarios eran soldados y debían salir a campaña cuando se presentaba el enemigo, con la décima parte de sus esclavos armados”[13], y cuando estos salían a la guerra, debía haber alguien que se quedara trabajando la tierra, quién más que el esclavo indígena.

Antes de continuar, se hace necesario explicar una institución que permitió el proceso de acumulación original de la riqueza en América y particularmente en Chile, que fue la encomienda.

Las Encomiendas.

En primer lugar debemos preguntar ¿qué es la encomienda?, una definición apunta a que: “La encomienda fue una institución socio-económica mediante la cual un grupo de individuos debía retribuir a otros en trabajo, especie o por otro medio, por el disfrute de un bien o por una prestación que hubiese recibido”. Esta definición es elegante pero no explica mucho, por el contrario solo viene a ocultar que fue la encomienda en la práctica, pero examinemos otra definición, y esta establece que la encomienda fue una concesión de trabajo indígena otorgada al colonizador español por la Corona española. La corona vio a la Encomienda como un incentivo para que los españoles se establecieran en el Nuevo Mundo. Esto quiere decir que la encomienda es la entrega de un grupo de seres humanos, independientemente si están de acuerdo con el soberano, para que trabajen de forma gratuita para el señor conquistador, en resumen es trabajo esclavo.

Domingo Amunátegui, hace referencia a la encomienda en diversos capítulos de su obra histórica, y lo expone de la siguiente forma:”encontrarán abundantes pormenores sobre las encomiendas de indígenas, las cuales nos dan a conocer el verdadero origen de nuestra sociedad” (chilena). El autor establece que: “Cada una de esas encomiendas o repartimientos presenta la historia en pequeño de la sociedad chilena. En ellas, los indígenas constituían la clase baja, y los encomenderos las capas elevadas. La mezcla de la raza araucana y la raza española en el interior de las encomiendas fue formando con el transcurso de los años el elemento popular, al cual hoy pertenecen los obreros de la ciudad y los inquilinos del campo”. Amunátegui prosigue, y asegura que: “por sobre la clase de los tributarios, dominó siempre la de los amos o patrones, que en los siglos XVI; XVII; XVIII, se llamarón encomenderos, y que, en nuestra época se conocen con el hombre de hacendados o agricultores”. Al mismo tiempo el autor verifica que: “Entre los indígenas y los europeos no había clase media, porque no la necesitaba aquella sociedad rudimental”[14]. Finalmente “las encomiendas fueron abolidas por el Rey el año 1791”[15]. No podemos dejar de establecer que la encomienda se termina No porque los españoles se hayan apiadado de los Mapuche, la encomienda se termina porque en el transcurso de los años de la conquista y la colonia, el pueblo nación Mapuche, disminuyó considerablemente debido a múltiples situaciones, por un lado, el exterminio vía militar, la sobre explotación, enfermedades y el mestizaje, donde el mestizo posteriormente viene a ocupar el puesto de trabajo del Mapuche, y con él se crea la institución del inquilinato.

Con la definición de encomienda y el párrafo de Amunátegui, solo queremos expresar la importancia de esta institución española impuesta a sangre y fuego en nuestro país, institución olvidada y poco valorada por nuestra  historia, historia que desea olvidar que los chilenos somos hijos de la violación y la esclavitud impuesta por nuestra madre patria España, acciones que a la fecha se siguen perpetuando, pero para qué hacerse mala sangre, qué importan unas indias violadas y unos indios muertos, todo sea por el progreso, ¡Viva Chile!.

Pero a un no explicamos cómo se perpetua la acumulación original de la riqueza en Chile, no se preocupen, ahora seguimos

Los Mayorazgos

Los mayorazgos como ya se ha expuesto, son una institución española, que viene a asegurar y honrar el nombre y la casa de los grandes de España. Los mayorazgos ponen en evidencia el carácter nobiliario y monárquico de las familias más poderosas, carácter que se conserva hasta nuestros tiempos.

Los Mayorazgos, serán entendidos como “el derecho que tiene el primogénito más próximo de suceder en los bienes dejados con la condición de que se conserven íntegros  perpetuamente en su familia”[16]

“Los mayorazgos, significa dos cosas estrechamente unidas, pero perfectamente distintas: el mayorazgo es, en primer lugar, una propiedad especial, una propiedad que pertenece a un titular, que tiene muchos atributos de la propiedad, pero a la que le falta uno, decisivo, el poder de disposición. El titular del mayorazgo lo tiene para disfrutarlo, vivir, sostener su casa, mantener a sus hijos, pero no puede disponer de él, no puede venderlo para obtener un dinero, no puede donarlo para obtener un cliente, no puede darlo en pago para librarse de los acreedores. Es titular del mayorazgo como poseedor, y así se le llama, no como propietario. A su muerte, estos bienes del mayorazgo siguen un destino  especial, para el cual se han conservado toda su vida”, cual es traspasar en plenitud de riqueza al hijo mayor de la familia quien conserva y proyecta a la familia, el nombre del padre, en definitiva hace perpetuo el apellido.

También el “Mayorazgo, en otro sentido, es un régimen espacial de sucesión. Es una sucesión que no se otorga por testamento, por la libre voluntad del causante, y que tampoco se distribuye entre los hijos u otros familiares conformes a la ley, sino que se atribuye precisamente al mayor, y de aquí su nombre”.

Los términos “vinculación” (porque era una propiedad sujeta, no libre, una propiedad para un fin)  y “mayorazgo” (porque era una propiedad para el hijo mayor fundamentalmente), son los que caracterizan la institución cuando se encuentra desarrollada.[17]

En definitiva, como lo expone la definición, el mayorazgo es el mecanismo legal que evita por diversos medios que una familia pierda su poder económico, y en consecuencia su poder político. La existencia de los mayorazgos y las vinculaciones, destruyen el sueño americano.

Los Mayorazgos en Chile.

Los 20 Mayorazgos.

La importancia de los mayorazgos está dada por diversas circunstancias, la primera de ella es que las familias que fundan los mayoras, no pertenecían a la clase baja o trabajadora, todas ellas formaron parte de la nobleza española, o ocupaban puestos de prestigio en el ejercito, o eran miembros del alto clero, o comerciantes adinerados. Para confirmar nuestra afirmación se presentarán todos los mayorazgos y vinculaciones creadas en Chile.

Desde 1653 a 1808 se fundaron catorce mayorazgos en Chile, cifra a la cual hay que agregar siete vinculaciones que producían efectos muy similares. De entre los más importantes, destacaron por su riqueza los Larraín, Irarrázaval, Lecaros, García-Huidobro, Valdés, Balmaceda, Ruiz-Tagle y Toro Zambrano, apellidos que hasta hoy forman parte de la elite dirigente chilena [18]

1        Mayorazgo de Valparaíso: Fundado por don Francisco de Andía Irarrázaval y Zárate, I Marqués de Valparaíso, I Vizconde de Santa Clara de Avedillo, Caballero de la orden de Santiago. Este mayorazgo se crea el 17 de diciembre de 1653, por escritura pública de fundación otorgada en Madrid. Posteriormente previa licencia real, unió este mayorazgo al título de Marqués de Valparaíso[19]. Este mayorazgo tiene su “origen con la venida a Chile de don Pedro de Torres, Tesorero de la santa cruzada en Chile durante la segunda mitad del siglo XVII y los primeros 20 años del siglo XVIII”[20].
2       Mayorazgo de Sierra Bella: Fundado por don Pedro Torres Miranda Saa, Tesorero general de la Santa Cruzada del Reino de Chile, por escritura pública del 29 de octubre de 1693, en Santiago, previa licencia Real. Quedó anexado al título de Castilla Conde de Sierra Bella, en vida del tercer conde, su nieto don Diego Messía de Torres, por sucesión de éste en el mayorazgo y condado, en Santiago el 15 de febrero de 1716”[21].
3       Mayorazgo Cerda: fundado por don Juan de la Cerda y Contreras, Maestre de campo, Alcalde de Santiago. Se crea por escritura pública, el 9 de octubre de 1712”[22]. La familia de la Cerda, trae su origen de don Alonso de la Cerda y Miranda, sobrino del oidor don Cristóbal de la Cerda y Sotomayor, presidente interino de Chile por los años 1620 y 1621. Sirvió durante muchos años en la guerra contra los araucanos y desempeño diversos cargos públicos en el transcurso del tiempo”[23]. La Familia de la Cerda, aquí estudiada, tiene varonía de la Higuieras y es originaria de Ciudad Real en La Mancha, Castilla la Nueva España. Alonso de la Cerda y Poblete, fundador de su familia en Chile, tuvo tratamiento de Don en la primera mitad del siglo XVII, cuando su uso no era todavía frecuente; fue capitán de caballos, alférez  general del Reino, corregidor de la Serena, etc. Su hijo Juan de la Cerda y Contreras, licenciado de la universidad de San Marcos de Lima, fue fiscal de la Real Audiencia de Chile en 1668, Alcalde de Santiago en 1676 y en otras oportunidades; en 1677 fue nombrado auditor general del ejército y corregidor de Santiago. Juan de Dios de la Cerda y Hermúa fue primer mayorazgo de su apellido, alcalde ordinario de Santiago en 1709 y corregidor de Santiago en 1722 a 1728[24].
4       Mayorazgo Toro Mazote: Fundado por el Maestre de Campo don Andrés de Toro Mazote y Cifuentes, por escritura pública de condicilo, el 5 de diciembre de 1704, en Santiago. No consta licencia Real previa sin  confirmación posterior[25]. “La familia Toro Mazote tiene su origen en la venida a Chile de don Jinés de Toro Mazote, nacido en Madrid y llegado a nuestro país a principios de 1565 en donde se casó con doña Elena de la Serna”[26]. El fundador de este Mayorazgo es don Andrés de Toro Mazote y Cifuentes, nieto de don Jinés.
5       Vínculo de Piedra Blanca de Huana: Fundado por don Pedro Cortés Monroy y Zavala, I Marqués de Piedra Blanca de Huana, por testamento, el 14 de julio de 1713, en La Serena. No fue estrictamente un mayorazgo[27]. Pedro Cortés, nace en Mérida, Extremadura en 1533, venido a Indias con su padre y hermanos 1552; fundador de la familia en Chile; llegó a Chile con García Hurtado de Mendoza[28].  El apellido Cortes no figura entre las familias fundadoras, pese a que es uno de los capitanes de Hurtado de Mendoza, y el apellido Monroy tampoco figura, a pesar que Alonso de Monroy fue uno de los hombres de Valdivia, nombrado por este Teniente General Gobernador y de Capitán General.[29]
6       Mayorazgo Irarrázaval o de La Pica: “Fundado por don Antonio de Andía Irarrázaval y Bravo de Saravia, Comisario General de la Caballería de la Reina de Chile, y su señora Marcela Bravo de Saravia Iturrizara, 2° Marquesa de la Pica, por escritura pública del 2 de octubre de 1728, quedando agregado al título de Marqués de la Pica. No consta licencia Real ni posterior confirmación[30]. “El marquesado de la pica tiene su origen en don Melchor de Bravo y Saravia, quien había desempeñado importantes cargos públicos en las indias occidentales y entre ellos el de presidente de la Real Audiencia de Chile en el año 1565”. “El fundador de la familia Irarrázaval en Chile fue don Francisco de Irarrázaval, quien llegó a nuestro país con don García Hurtado de Mendoza”[31].
7       Mayorazgo Larraín: Fundado por don Santiago de Larraín y Vicuña, Caballero de la Orden de Santiago, Alcalde de Santiago de Chile, por escritura fundacional de fecha 6 de octubre de 1736, en Santiago. Posteriormente se unió tal mayorazgo al Marquezado de Larraín. No hubo necesidad de pedir licencia, pues los bienes cabían en el tercio y en el quinto de su patrimonio[32]. La familia Larraín tiene su origen en Chile en la venida de don Santiago de Larraín, con el objeto de hacer fortuna en la carrera de comercio a la que se consagró por entero en nuestro país. Uno de los hijos de don Santiago, don Juan Francisco de Larraín y Cerda fue el fundador del mayorazgo Lecaros y Ovalle y un descendiente, del mayorazgo Larraín y Lecaros[33].
8       Mayorazgo de Aguirre o Montepío: Fundado por el General Juan Nicolás de Aguirre y Barrenechea, primer Márquez de Montepío, Corregidor de Santiago de Chile, y su mujer doña Ignacia Díez de Aséndegui, el 12 de octubre de 1744, mediante escritura fundacional, en Santiago, Quedó agregado al marquesado de Montepío. No consta licencia ni ratificación posterior[34]. Don Juan Nicolás de Aguirre fue uno de los hombres acaudalados del Chile Colonial en el siglo XVIII. Hijo de don Pedro Ignacio de Aguirre, un vasco natural de San Sebastián que hizo su fortuna como todos sus compatriotas en el comercio, y de la niña de igual origen, doña Juana Barrenechea y Díaz Pimienta[35].
9       Vínculo de Cañada Hermosa: Fundado por don Pedro Felipe de Azúa Iturgoyen, Arzobispo de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, por medio de escritura pública de fundación, en Santa Fe de Bogotá, el 28 de Junio de 1748. Se agrego como vínculo al Marquesado de Cañada Hermosa, en cabeza de la 3° Marquesa doña María Constanza Marín de Poveda y Azúa, sobrina del fundador, la que solicito licencia para fundar un verdadero mayorazgo[36]. Pedro Felipe de Azúa Iturgoyen Fue hijo de Tomás Ruiz de Azúa Arsamendi y de María Iturgoyen Lisperguer y Amasa. Su familia era una de las más importantes del Reino[37].
10      Mayorazgo García Huidobro o de Casa Real: Fundado por Francisco García Huidobro, primer Marqués de Casa Real, Caballero de la Orden de Santiago, Tesorero Perpetuo de la Real Casa de Moneda del reino de Chile, y su señora doña Francisca Javiera de Morandé y Cagigal del Solar, por sucesivas escrituras públicas de fundación, el 20 de octubre de 1756 y del 20 de septiembre de 1782. Fue agregado al título de Marqués de Casa Real y además se autorizó para vincular al mayorazgo su empleo de tesorero[38]. Francisco García Huidobro nació en el pueblo de La Fuente de Queceda, Castilla la Vieja, España, el 21 de octubre de 1697. Falleció en Santiago el 23 de octubre de 1773. Hijo de Pedro Manuel García Zorrílla y de Francisca Antonia Alonso de Huidobro. Estuvo en América en 1717 y después se radicó en Cádiz. Pasó al Perú en 1735 y de ahí a Chile. Se casó en Santiago el 15 de marzo de 1737 con Francisca Javiera Briand de la Morandais Caxígal del Solar[39].
11       Mayorazgo Valdés: Fundado por Domingo Valdés y González Soberal, Alcalde de Santiago, Maestro de Campo, y su mujer doña Francisca  de Borja de carrera y Ureta, mediante escritura pública de fundación, el 10 de octubre de 1763. Obtuvo licencia Real el 20 de Mayo de 1749. Fue irregular, pues el tercero de los hijos fue el primer poseedor, con cargo a que una vez fallecido, sucedían sus descendientes, según el orden de los mayorazgos de Castilla[40]. Domingo Valdés y González Soberal nacido en 1695 en Lima, Perú, fue Bautizado el 5 de septiembre 1695 en Lima, Perú. Fue Alcalde de Santiago de Chile en 1743. Fallecido en 1766, a la edad de 71 años[41].
12      Mayorazgo Lecaros: Fundado por el Presbítero don Sebastián Lecaros y Lecaros, por escritura pública del 26 de septiembre de 1768. No consta licencia Real. Quedó agregado al mayorazgo y Marquesado de Larraín, en vida del primer marqués[42].
13      Mayorazgo Balmaceda: Fundado por el Oidor de la Real Audiencia de Santiago de Chile, don Juan de Balmaceda y Censano, por acto testamentario, dado el 30 de mayo de 1778 y la escritura pública de institución de mayorazgo fue suscrita por su albacea, don Pedro Fernández de Balmaceda el 15 de diciembre de 1778, previo decreto alcaldicio. No consta licencia real[43]. Don  Juan de Balmaceda y Cenzano nació en Galilea el 16 de abril de 1702 de padres hidalgos, ya que su madre perteneció a una de las trece divisas del Solar de Valdeosera, situado en los Cameros Viejos. En el valle de Ocón ocuparon los más diversos cargos de representación dentro del Estado noble[44].
14      Mayorazgo Rojas Corbalán: Fundado por don José Basilio de Rojas y Corbalán, alcalde de Santiago de Chile, por escritura pública de testamento, el 13 de octubre de 1780, a favor de su sobrina Agustina de Rojas y Gamboa. No consta licencia Real ni posterior confirmación[45]. “Bartolomé de Rojas y Puebla, es el fundador de este linaje en Chile, nació en Ciudad Real, Reino de Toledo, antes de 1580, y fue Hijo de Juan Rodríguez, careciéndose de otras informaciones sobre sus ancestros. Su hijo Bartolomé se decía sobrino del capitán Gregorio de Puebla, con quien y como soldado de su compañía, llegó el fundador a Chile en 1601. El fundador sirvió en la guerra bajo el gobernador Alonso de Rivera, tuvo el grado de Alférez, fue regidor de Mendoza y se le declaro benemérito del Reino. De sus hijos, Antonio alcanzó el grado de  General, fue alcalde de Santiago en 1669 y su Corregidor en 1676, y Francisco fue también Alcalde de Santiago, en 1686. Este mismo cargo desempeño, en 1762, José Basilio de Rojas y Corbalán, bisnieto del fundador, quien fundó un mayorazgo, en 1781”[46].
15      Mayorazgo Ruiz Tagle: Fundado por don Francisco Antonio Ruiz Tagle, por escritura pública el 10 de marzo de 1783. No consta licencia Real[47]. Francisco Antonio Ruiz de Tagle nació en Ruiloba, Santander, España y tuvo su bautismo infantil el 8 Septiembre 1727 en Ruiloba. Él murió el 21 Noviembre 1793 en Santiago, Chile y se le sepultó en la Iglesia de San Francisco. Francisco se casó con María Teresa Ruiz de Tagle y Ortiz de Torquemada en 1773 en Santiago, Chile[48]. El fundador de la familia fue, Bernardo Ruiz Tagle, oriundo Ruiloba, Santander, quien se caso en Lima con María Josefa Ortiz de Torquemada y Jacomé Betancur, hija de Luis Bernardo Ortiz de Torquemada y Vargas Machuca y María Jacomé Betancur.
16      Mayorazgo Prado: Fundado por el maestre de Campo don José Miguel de Prado y Covarrubias, Alcalde de Santiago, y su mujer doña Francisca Javiera del Águila y Reyes, según escritura fundacional del 12 de diciembre de 1785. No consta licencia Real[49]. En la Ciudad de Calahorra, Castilla la Vieja, nació el peninsular Diego Martínez de Parado, fundador de su linaje en Chile (1629), quien fue hijo de Pedro Martínez de Prado, natural de la villa Berceo, calle de San Millán, de la jurisdicción de San Millán de la Cogolla, y de Magdalena Sáenz de Angulo, nacida en la villa de Arenzano de Abajo, Junto a Nájera. En 1669, Pedro Prado de la Canal fue agraciado con la encomienda de los caciques e indios del pueblo de Loncomilla. En 1681 recibió mercede de encomienda José de Prado y Lorca, y en 1698, en Tagua Tagua era encomendero Pedro Prado y Lorca. Dos hijos de este tuvieron encomiendas: Pedro de Prado y Carrera, de indios de Chocalán, de Quillota y, en 1702, de Santiago, y Alonso de Prado y Covarrubias, en 1754, de indios de Llay Llay.
Más numerosas fueron las tierras de propiedad de los miembros de este linaje, desde la segunda generación en adelante, ninguna de ellas provenientes de merced. Pedro Prado de la Canal fue dueño de las estancia de Pudahuel, en Renca, y de las de Raramo y Tapihue, en Casablanca, que heredo su hijo Pedro Prado y Lorca, el que, además, adquirió las estancias de Curacaví y Cuyuncaví. Estas dos últimas pasaron a su hijo Diego Antonio de Prado y Carrera y las de Raramo y Tapihue a su hijo Pedro Prado y Carrera, cuya mujer, Petronila de Rojas y la Barrera, llevó al matrimonio parte  de la estancia San Jerónimo, en Casablanca. José Antonio de Prado y Covarrubias, hermano de los anteriores, como también lo fueron los dos siguientes, recibió de su mujer una chacra en Renca. Alonso de Prado y Covarrubias fue dueño de la estancia de Llay Llay y de la estancia accesoria Llayllaycito. José Miguel Prado y Covarrubias tuvo entre sus bienes la hacienda de Pangue  y la chacra de San Antonio, que pasaron a formar parte del mayorazgo que se fundó en 1785. Como acertadamente lo hizo notar Amunátegui Solar, “en el siglo XVIII, los descendientes de don Pedro Prado y Lorca pudieron transitar por el antiguo camino de Valparaíso, ósea  el camino de las cuestas, sin salir de su dominio particular”[50].
17      Mayorazgo Aguila y Rojas: Fundado por doña Rosa de Rojas y Cerda, viuda del Maestre de Campo don Antonio del Águila y Reyes, Regidor Perpetuo del Cabildo de Santiago de Chile, mediante escritura pública, el 3 de abril de 1789. Obtuvo licencia Real después de ocurrida la muerte de su marido, no obstante lo cual obtuvo confirmación posterior del Consejo de Indias, el 24 de abril de 1790[51].
18      Mayorazgo Toro Zambrano o de la Conquista: Fundado por don Mateo de Toro Zambrano y Urmeneta, primer Conde de la Conquista, Caballero de la Orden de Santiago, Corregidor y Alcalde de Santiago de Chile, y su señora doña Nicolasa de Valdés y Carrera, por escritura pública, el 3 abril de 1789, en Santiago, previa licencia Real otorgada mediante cédula dada en San Idelfonso, el 14 de agosto de 1772. Fue un mayorazgo regular, recaído sobre un tercio y un quinto de los bienes de los fundadores. Obtuvo cédula de confirmación el 30 de abril de 1790 en Aranjuez. Fue anexado al título de Conde de la Conquista[52]. El Conde de la Conquista nació en Santiago en 1727. Sus padres fueron Carlos Toro y Zambrano Escobar, y Gerónima de Ureta y Prado. Contrajo matrimonio en 1751 con María Nicolasa Valdés y Carrera. Don Mateo de Toro se dedicó al ejercicio del comercio, actividad que con el pasar del tiempo le procuró una de las fortunas más considerables de Chile. Su riqueza también significó la posibilidad de adquirir honores. En el Cabildo de Santiago desempeñó distintos cargos: fue regidor, alcalde de Aguas 1750 y alcalde Ordinario 1761[53].
19      Vínculo de Quinta Alegre: Fundado por don Juan Ignacio Alcalde y Rivera, 2° Conde de Quinta Alegre, mediante escritura pública de testamento y memoria testamentaria adjunta, dada en Cádiz el 1 de diciembre de 1791, a favor de sus sucesores, en vínculo perpetuo y a todos los que hereden el título de Castilla de Conde de Quinta Alegre. Estrictamente no constituyó mayorazgo, pero se pidió licencia Real para fundarlo y quedó unido al Condado de Quinta Alegre en vida del tercer Conde, don José Antonio Alcalde y Rivera
20     Mayorazgo Cruz Bahamonde o de Maule: Fundado por don Nicolás de la Cruz y Bahamonde, talquino, primer Conde de Maule, Húsares de Borbón en el Reino de Chile, por escritura pública del 18 de Enero de 1808, dada en Cádiz. Se le otorgo licencia Real el 13 de diciembre de 1807 en San Lorenzo. Lo anexó al título de Castilla Conde de Maule[54].
         Como se habrá podido observar, muchos de los nombres de los propietarios de los mayorazgos, ósea de los propietarios de la tierra y la riqueza en Chile, hoy en día siguen vigentes, pero si queda alguna duda, esta será dilucidada en párrafos posteriores. También como se podrá observar, la propiedad de la tierra se entregaba de forma perpetua, al igual que muchos títulos y funciones, los que fueron ocupado por un grupo exclusivo de la sociedad, dicha situación se transformó en un problema real y concreto para realizar transformaciones en nuestro país.
Los mayorazgos, en resumen se transforman en un enemigo para los procesos de transformación de la sociedad, transformación perseguida por los grupos liberales de la época que pretendían en primer lugar la independencia del continente americano, y de Chile, es por este motivo que los independentistas, particularmente los cercanos a la masonería, proponen su disolución. Dicha situación, es comprendida por nuestros aliados en el proceso de independencia del gobierno Argentino, y frente a esta situación es que Pueyrredon, miembro del triunvirato Argentino, en una carta a San Martin expone: “El sistema colonial observado por los españoles en Chile desde la conquista ha sido en gran parte diverso del que se nota en las demás provincias medievales. El feudalismo ha prevalecido en casi todo su rigor; el pueblo ha sufrido el peso de la nobleza engreída y de la opulencia reducida a una clase poco numerosa del reino”[55].
Efectivamente Pueyrredon tenía la razón, ya que el poder  de los mayorazgos no solamente se expresaba en la economía, con los años también se adueñaron del sistema político y administrativo de Chile, situación confirmada desde el primer momento de la independencia de Chile,  el mejor ejemplo de esta situación, lo constituye Don José Toribio de Larraín, el que fue uno de los que “encabezaron con los marqueses de Casa real y de Montepío, y con el Conde de Quinta Alegre, la lista de adhesión al rey de España en el cabildo abierto celebrado en Santiago el 9 de septiembre de 1817 en vísperas de la batalla de Chacabuco”, batalla decisiva para nuestra independencia, pero a pesar de que Toribio Larraín se opusiera tenas mente a O´Higgins y San Martin y la independencia que estos perseguían, a pesar de ello “la posición social de Don José Toribio (Larraín) era, sin embargo, demasiado alta para que pudiera perderla después del triunfo de las armas chilenas”. Situación que se confirma una vez vencidos definitivamente los españoles, ya que el 31 de mayo de 1817, José Toribio de Larraín, a pesar de oponerse tenas mente a la independencia y a O´Higgins, termina siendo electo “por el gobernador intendente de Santiago, don Manuel Antonio de Recabarren, mayordomo mayor del hospital de San Francisco de Borja”. Dicha elección se realiza bajo “propuesta de los señores don Agustín de Izaguirre, don Francisco Diez de Arteaga, el conde de Quinta Alegre, don Miguel Valdés y Bravo de Naveda, don Anselmo de la Cruz, don José Vicente Ovalle, don Diego Contador y Aguirre, don Juan José Adúnate, don Manuel María de Undurraga y el doctor don Gabriel José de Tocornal, quienes componían la junta de diputados del hospital”, miembros de la sociedad chilena y todos ellos poseedores y vinculados a los mayorazgos.

El poder del Marqués de Larraín y de los mayorazgos, fue mayor al del mismo O'Higgins, ya que mientras este se iba al exilio, el Marqués de Larraín, el día 23 de agosto de 1822 fue designado como presidente de la junta superior de sanidad, creada por decreto del 30 de julio. Por último fue elegido alcalde del cabildo de Santiago en el año 1823”[56].

Abolición de los Mayorazgos.

La estructura de la sociedad chilena luego de la derrota de los españoles, debía ser modificada, y “los primeros esfuerzos por modificar la estructura social, económica  y política  Chilena, data de la administración de Don Bernardo O´Higgins, la que en definitiva le trajo la hostilidad de la aristocracia santiaguina. O´Higgins, por un decreto  de 1917 ordenó  quitar, en el plazo de ocho días, de todas las puertas de las calles, los escudos de armas e insignias de nobleza, suprimió los emblemas y títulos nobiliarios”[57], pero estas primeras manifestaciones de cambio en la estructura de la sociedad chilena, a pesar de generar un malestar evidente en la oligarquía, no fueron tan graves para el gobierno de O´Higgins, pues “las mayores dificultades se originaron con el decreto del 5 de Junio de 1818 que declaro abolidos los mayorazgos, lo que trajo la oposición definitiva y total de la aristocracia santiaguina”[58]. Es en este momento en que el propio O´Higgins, se ve enfrentado a todos los bandos que pugnaban por la toma del poder, incluso, fue rechazado por sus propios aliados, solamente por el hecho de haber tocado el bolsillo de los grandes hacendados y dueños del poder.
        
El espíritu que guiaba a O´Higgins, lo hizo comprender el poder político y económico que representaban los mayorazgos y las consecuencias del proceso de acumulación de riqueza, es por eso que el 5 de Junio de 1818 al momento de abolir los mayorazgos, lo justifico de la siguiente forma: “es justo ir cortando los abusos establecidos por el gobierno feudal. Uno de los que más pugnan con el sistema liberal, es el de la fundación de los mayorazgos, pues por la predilección de un solo individuo se causa la ruina de toda su familia, aumentando el número de miserables que se entregan regularmente a toda clase de excesos”[59]. Los mayorazgos, finalmente se confrontaban con el sistema liberal de libre comercio que se intentaba imponer con la instalación de la república.

Pero, el poder político de los mayorazgos se concentraba en el congreso, particularmente en el senado, que se opuso a la disolución de los mayorazgos[60], pero el senado establece al mismo tiempo la prohibición de fundar nuevos mayorazgos, con objeto de limitar la creación de nuevos grupos de poder que pudieran disputar el poder existente hasta esa fecha.

La lucha por la disolución de los mayorazgos, como ya se estableció, comienza en 1818 con O´Higgins, y continua a través de los años, bajo múltiples argumentos, es así que el diputado Francisco Calderón, en sesión del 31 de Enero de 1825, presenta una moción al congreso donde plantea lo siguiente “no creo hallar alguno de los señores diputados a quien se oculte que ello (los Mayorazgos) es por obstáculo a la población y agricultura, incentivo a la ociosidad y del orgullo…”[61].  Posteriormente a la solicitud del diputado Calderón, se presentaron en el congreso múltiples solicitudes de disolución de los mayorazgos, pero no tuvieron un buen final, hasta que en junio de 1852 se comienza a discutir el proyecto de ley de disolución de los mayorazgos, presentado por Don Andrés Bello, que en su primer artículo establece que “los bienes raíces vinculados podrán hacerse comerciables y enajenables”, dicho proyecto establecía en el artículo N 3° que “los actuales poseedores (de mayorazgos) tendrán el término perentorio de seis años, contando desde la promulgación de dicha ley, para las referidas tasaciones e imposiciones”[62]. Dicha ley es promulgada finalmente el 14 de Julio de 1852 por Manuel Montt.   Finalmente, la historia de los mayorazgos desaparece de la discusión política con la publicación de la Ley sobre Ex-Vinculaciones de Bienes Raíces del 21 de Julio de 1857[63].
                               
         A pesar de la disolución de los mayorazgos, estos grupos de poder se mantuvieron en el tiempo, e incluso entraron en conflictos entre ellos, y uno de los mejores ejemplos de este conflicto entre mayorazgos, fue la guerra de 1891, entre Balmaceda y el congreso nacional. En la actualidad, los mayorazgos persisten, y son parte de los 32 grupos económicos existentes en Chile, pero esa información la expondremos más adelante.

Los Mayorazgos y el Poder Político

         La propiedad de la tierra que se manifiesta por medio de los mayorazgos, como se podrá observar, no es una cuestión superficial, pues las familias asociadas a los mayorazgos son las que efectivamente detentan el poder económico, religioso, judicial, político y militar.

El poder de los mayorazgos se expresaba en lo económico, y también a nivel político, ya que sólo estaba permitida a los señores propietarios de la tierra y su familia ocupar cargos en el congreso. Todos los candidatos al congreso, debían acreditar la propiedad de su tierra, además de una renta anual, o ser parte del ejercito, (quedando fuera los soldados de línea), o ser parte del clero, que no fueran curas o subalternos, además de saber leer y escribir, condiciones todas ellas que el pueblo no estaba en condiciones de cumplir. Otra modalidad en cómo se expresaba el poder de los mayorazgos, en el quehacer político, se presenta en la población cautiva que mantenían los dueños de la tierra, que eran sus trabajadores o inquilinos, los que al momento de una elección votaban todos por el patrón del fundo, o el candidato elegido por el dueño de la tierra, situación que con el tiempo aseguro la votación por el candidato impuesto por los señores, asegurándole al dueño de la tierra un sillón en el congreso. En la actualidad podemos observar una situación similar a los años de la república, ya que hoy día, para ser candidato, y tener posibilidades de ser electo, hay que contar con recursos económicos inalcanzables para la población en general.
        
Comprendemos que la información que hasta el momento hemos presentado, no es fácil de procesar, pero el tema del poder se expresa de múltiples formas, por lo mismo debemos ser lo más descriptivo que se pueda, y para ello presentaremos los nombres que de los miembros del primer congreso nacional electo en 1811, para posteriormente seguir presentando antecedentes que establezcan sin menor duda la línea histórica y poco variada de la tenencia del poder en nuestro país.

Diputados del Primer Congreso Nacional.

         En este punto solamente expondremos los nombres de los integrantes del primer congreso nacional, no siendo consideradas sus biografías exceptuando la de Estanislao Portales Larraín, para no extendernos aún más en este apunte, pero en el caso que alguno de los lectores quiera saber o profundizar en la biografía de algunos de los primeros diputados, no tendremos problemas en enviarlas.

No debemos olvidad que todos los miembros del primer congreso nacional son parte de las familias más importantes del país, ya que la participación en política solo estaba reservada para los propietarios de la tierra, propiedad que debían acreditar para ser diputados, además debían acreditar una renta anual, o ser parte del ejercito, (quedando fuera los soldados de línea), o ser parte del clero, que no fueran curas o subalternos, además de saber leer y escribir, condiciones todas ellas que el pueblo no podía cumplir.

Diputados Propietarios: Juan José Echeverría Ahumada; Ignacio José de Aránguiz; Marcos Gallo Vergara; Manuel Antonio Recabarren Aguirre; Joaquín Gandarillas; José Santos Mascayano; Francisco Antonio Ruiz-Tagle Portales (Mayorazgo Ruiz Tagle); José Antonio Ovalle y Vivar; Agustín Juan María Vial y Santelices; Juan Agustín Alcalde Bascuñán (Conde de Quinta Alegre); Agustín de Manuel Eyzaguirre Arechavala; Francisco Javier de Errázuriz Adúnate; Fernando Errázuriz Adúnate; José Miguel Infante Rojas; José Santiago Portales y Larraín; Estanislao Portales Larraín; Joaquín Echeverría Larraín; José Nicolás de la Cerda de Santiago Concha; Juan Antonio Ovalle Silva; Fray Pedro Manuel Chaparro; Juan José de Goycoolea; Gabriel José Tocornal Jiménez; Domingo Díaz de Salcedo y Muñoz; José de Fuenzalida y Villela: José María Ugarte y Castelblanco; José María de Rozas Lima y Melo; Martín de Calvo Encalada; Manuel Pérez de Cotapos y Guerrero; Mateo Vergara; Juan Esteban Fernández de Manzano; Presbítero Juan Antonio Soto y Aguilar; Antonio Urrutia de Mendiburu; Pedro Ramón Arriagada; Andrés del Alcázar y Zúñiga Díez de Navarrete Barrios Leal y Donichea 4° Conde de la Marquina; Canónigo Agustín Ramón Urrejola Leclerc; Juan Cerdán Campaña; Luis de la Cruz y Goyeneche; Juan Pablo Fretes; Manuel Fernández Hortelano; Manuel de Salas Corvalán; Bernardo O'Higgins Riquelme[64]
        
Para ejemplificar el poder de los diputados y que a su vez son propietarios de mayorazgos, presentaremos un ejemplo concreto, quien es Estanislao Portales Larraín, este personaje tiene sus orígenes en José Alejo Portales y Meneses, que nació en Lima el 17 julio 1690, y avecindado en Chile. José Alejo fue Comisario General de Caballería, Corregidor de Colchagua 1729.

José Alejo, puede ser considerado como el fundador de la familia Portales en Chile, y se casó en Santiago en 1724, con Catalina de Irarrázaval Bravo de Saravia, hija de Antonio de Andía Irarrázaval Bravo de Saravia y Marcela María Norberta Bravo de Saravia Iturrizara (variación de Iturrizaga).

José Alejo Portales y Meneses, fue padre de Diego Portales Andía Irarrázaval, quien fuera Alcalde y Alférez Real de Santiago en 1758, Mayordomo del Hospital San Francisco de Borja. Corregidor de Moquegua 1774, Superintendente de la Real Casa de Moneda 1781. Compró la Viña de Saravia, que pasó a llamarse Llanito de Portales hasta 1839 en que se transformó en el barrio Yungay. El 19 septiembre 1756, se casa con María Teresa de Larraín Lecaros, hija de Juan Francisco Javier Larraín de la Cerda y María Josefa de Lecaros Lecaros. Donde Francisco Javier Larraín y María Josefa de Lecaros provenían de mayorazgos.
        
Diego Portales Andía Irarrázaval es padre de María del Rosario Portales Larraín, y Estanislao Portales Larraín.

María del Rosario Portales Larraín quien se casó con Manuel Ruiz Tagle y Ortiz de Torquemada, hijo de Bernardo Ruiz Tagle y María Josefa Ortiz de Torquemada y Jacomé Betancur. (Mayorazgos Ruiz Tagle)
Estanislao Portales Larraín quien se casó con Carmen Ortiz de Zárate y Olmos de Aguilera, en un segundo matrimonio se casa con Manuela Larraín Valdés (su prima, y heredera de capellanías sobre la hacienda Aculeo)[65] .

Con la familia Portales podemos ejemplificar como se vinculan los mayorazgos existentes, acumulando cada vez más poder, permitiendo finalmente no solo participar del primer congreso nacional, sino que también formar parte tanto de los congresos y gobiernos posteriores a la instalación de la república.

Pero el apellido portales hoy en día no está en el tapete público, así que tomaremos a un personaje más relevante para nuestra historia reciente, para ello echaremos mano al trabajo de preparación de Tesis realizado por nuestro compañero Patricio Altamirano, quien se dedicó a investigar a Jaime Guzmán, trabajo que Patricio lo denomina  Lo Guzmán no Quita Lo Errázuriz”[66].
        
Altamirano expone: “Hemos constatado como un linaje oligárquico, el de los Errázuriz, (ya que este) es clave en la reconstitución del poder de las familias de origen oligárquico, o que son parte de su red de influencia. Nos centraremos en los Errázuriz para mostrar que es un linaje oligárquico fundante de Chile, que siempre ha tenido influencia política, para demostrar está afirmación seguiremos los lazos familiares de Jaime Guzmán y Maximiliano Errázuriz, quienes representan la vía extremista y a Francisco Javier Errázuriz que representa la opción populista de las familias de raíz oligárquica”.  Para ello se presentará “una relación de las 9 generaciones de los Errázuriz desde 1683 hasta al menos 1991, en ellas haremos un viaje a la semilla oligárquica, que nos llevará a Aranaz, que en la actualidad es un municipio español de la provincia de Navarra, lugar que se ubica en la zona vasca.

9º Generación, se caracteriza por los Primos Restauradores del poder de los descendientes de la oligarquía:
        
9.1.2.- Francisco Javier Errázuriz Talavera (1942), este es primo en grado de los Guzmán Errázuriz y de los Errázuriz Eguiguren. El representa la derecha populista.
9.2.1.- Jaime Guzmán Errázuriz (1946-1991), es quien conduce la restauración en el plano ideológico. Es el padre del razonamiento que impone la dictadura como una acción política entre 1973 y 1989, luego elaborara el razonamiento que permitirá la adaptación del pensamiento extremista en la opción de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido que custodia la institucionalidad gestada por los descendientes de la oligarquía, ahora convertidos en empresarios “modernos”. Es primo directo de Maximiliano Errázuriz Eguiguren.

9.2.2.- Maximiano Errázuriz Eguiguren (1945), es primo de Jaime Guzmán Errázuriz, forjan el pensamiento extremista que conduce el golpe de estado, y Maximiliano es fundamental en el trabajo poblacional de la UDI.
8º Generación, se caracteriza por los Hermanos (Carmen y Rafael) quienes heredarán el razonamiento extremista a sus hijos quienes serán los Restauradores del Poder Conservador (Patria y Libertad-UDI), a su vez su primo Ladislao forjará una opción populista.

8.1.2.- Ladislao Errázuriz Pereira (1909-1981), fue militante del partido Liberal,  y su presidente en los años 1950, 1953 y 1961. Es  primo de los Errázuriz Edwards, y proveniente de una familia de parlamentarios, su padre (Ladislao Errázuriz Lazcano) y su abuelo (Ladislao Errázuriz Echaurren) fueron senadores de la República. 

8.2.1.- Carmen Errázuriz Edwards, es hija de Maximiliano Errázuriz Valdés, máximo representante del pensamiento conservador. Ella es la madre de Jaime Guzmán Errázuriz. Es hermana de Rafael Errázuriz Edwards

8.2.1.- Rafael Errázuriz Edwards (1922-1986) (Tío de Jaime Guzmán), es el padre de Maximiliano Errázuriz Eguiguren.

Generación, Los que Añoran el Poder, son los primos que defienden su poder.

7.1.2.- Ladislao Errázuriz Lascano (1882- (primo) es padre de Ladislao Errázuriz Pereira. Destacado militante del partido Liberal, fue Diputado desde 1918 hasta 1920, luego reemplaza a su tío Fernando Lazcano Echaurren en el Senador hasta 1932.  En el turbulento año de 1924 fue candidato a la presidencia de la República con la adhesión de la Unión Nacional, pero no fructificó por el movimiento militar que repuso a Alessandri, luego junto a Ismael Edwards Matte, Guillermo Pérez, Roberto Huneeus y otros, fueron deportados en marzo de 1925.
Ladislao Errázuriz Lascano es primo de Maximiano Errázuriz Valdés.

7.2.- Maximiano Errázuriz Valdés (1895-1950) es padre de Carmen y Rafael Errázuriz Edwards. Maximiliano se caso con Rosario Edwards Matte, donde se entrelazan los Errázuriz con los grupos económicos Edwards y Matte. Militante del Partido Conservador, diputado entre los años 1924 hasta 1930, luego fue Senador entre 1933 y 1949.
6º Generación, Ejercen el Poder.

6.1.1.- Federico Errázuriz Echaurren (1850-1901) fue presidente de Chile entre 1896-1901, por los partidos Liberal, Nacional, Conservador y Liberal Coalicionista. Es hijo del Presidente de Chile Federico Errázuriz Zañartu, hermano de Ladislao Errázuriz Echaurren, primo de Germán Riesco Errázuriz, y primo en grado de Rafael Errázuriz Urmeneta. Fue diputado propietario entre 1876 y 1888 y luego entre 1891 y1894. Senador entre 1894 y 1900.  Fue nombrado ministro de Guerra y Marina de José Manuel Balmaceda Fernández y firmó el acta de deposición de Balmaceda.

6.1.2.- Ladislao Errázuriz Echaurren (1856-1897), es hijo del Presidente de Chile Federico Errázuriz Zañartu, y hermano del Presidente Federico Errázuriz Echaurren. Militante del Partido Liberal, se inició como diputado propietario en 1885 y siguió en el congreso hasta  1897, fue parte de las fuerzas antibalmacedistas.
  
6.1.5.- Germán Riesco Errázuriz (1854-1916) fue parte de la administración pública, y senador en 1900, luego fue Presidente de Chile entre 1901-1906, era hijo de Carlota Errázuriz Zañartu quien era hermana del Presidente Federico Errázuriz Zañartu. Militante del Partido Liberal. 

6.2.- Rafael Errázuriz Urmeneta (1861–1923)  hijo de Maximiliano Errázuriz Valdivieso, quien era primo de los Errázuriz Zañartu. Fue ministro y diputado por el partido Conservador.  Fue ministro de Estado entre 1899 hasta 1904.
5º Generación, Ejercen el Poder.

5.1.- Federico Errázuriz Zañartu (1825-1877) nacido el 25 de Abril de 1825. Se recibe de abogado en 1846. Fallecido en Santiago el 20 de Julio de 1877. Casado el 24 de Agosto de 1848 con doña Eulogia Echaurren García-Huidobro, nacida en 1830, fallecida en 1887. Fue Presidente de Chile entre 1871-1876 por la fusión Liberal-Conservadora. Su padre fue Francisco Javier Errázuriz Aldunate, uno de los próceres de la Independencia, por este mismo lazo es hermano (paterno) de Maximiliano Errázuriz Valdivieso, con esto se crean dos ramas de los Errázuriz que dominaran la política chilena.   

5.2.- Maximiliano Errázuriz Valdivieso (1832-1890), nacido en Santiago el 21 de Febrero de 1832. Bautizado el mismo día como Maximiliano Luis, siendo padrinos don Rafael Valentín Valdivieso y doña María de la Concepción Valdivieso. Casado en su 1° matrimonio en Santiago con doña Amalia Urmeneta Quiroga, hija de José Tomás Urmeneta, quien representa a la oligarquía industrializadora. Casado en 2° matrimonio en Santiago con doña Carmen Ureta Valdés.  Ingeniero en 1851. Diputado del Congreso en 1858. Participo de la Misión Diplomática a EEUU en 1865. Presidente de la Cámara de Diputados en 1870. Representante ante el gobierno Austro-Húngaro en 1871. Senador de La República en 1873. Fallecido en 1890. 

4º Generación, Forjando “su” Patria Tricolor Rojo, Blanca y Azul.

4.1.- Francisco Javier Errázuriz Aldunate (1773-1845) es el patriarca de los Errázuriz. Nacido en Santiago el 22 de Agosto de 1773.  Primer Director del Cementerio General de Santiago. Fallecido en Santiago el 7 de Julio de 1845.  Casado en su 1° matrimonio en 1807 con doña María Ignacia Aldunate Larraín, fallecida en Santiago en 1818. No hubo hijos de este primer matrimonio. Casado en su 2° matrimonio en Santiago el 2 de Julio de 1819 con doña Josefa Zañartu Manso de Velasco, fallecida el 14 de Noviembre de 1828.  Casado por 3° oportunidad, en Santiago, el 1° de Enero de 1829 con doña Rosario Valdivieso Zañartu, nacida por 1808, fallecida en Santiago el 24 de Octubre de 1889. Su riqueza y poder político lo llevo a ser parte del Primer Congreso Nacional de 1811. 

3º Generación, la Forjadora de “su” Colonia.

3.- Francisco Javier Errázuriz Madariaga (1744-1810), Es hijo de Francisco Javier Errázuriz Larraín y de Loreto Madariaga. Nacido en Santiago el 23 de Abril de 1744. Estudio leyes entre 1761 y 1768. Fue Alcalde de Santiago en 1781. Rector de la Universidad de San Felipe en 1768 y Procurador General, Bibliotecario y Conciliar del Real Claustro. Alcalde de Santiago en 1781. Fallecido en Santiago el 18 de Agosto de 1810. Casado en Santiago el 21 de Abril de 1772 con doña Rosa Aldunate Guerrero.

3.- José Antonio Errázuriz Madariaga (1747-1821) Es hijo de  Francisco Javier Errázuriz Larraín y de Loreto Madariaga. José Antonio Errázuriz Madariaga: nacido en Santiago el 14 de Septiembre de 1747. Sacerdote ordenado en 1770.  Vicario Capitular en 1811.  Fue Presidente del Senado Consultivo de marzo a julio de 1814. Fallecido en Santiago en 1821.
2º Generación, Iniciando la Colonización.

2.- Francisco Javier Errázuriz Larraín (1711- 1767). Bautizado en Aranaz el 3 de Febrero de 1711, Navarra, España, posteriormente se traslada a América, avecindándose en Chile. Ubicó su casa en la calle del rey con la Alameda. Fue regidor del Cabildo. Alcalde en 1756. Regidor perpetuó del cabildo en 1758. Fallecido en Santiago en Septiembre de 1767. Casado en Santiago el 5 de Noviembre de 1739, con doña María Loreto Madariaga Jáuregui, nacida en Santiago, bautizada en 1728, fallecida en Santiago el 17 de Julio de 1761

1º Generación, tiene sus raíces en la España Medieval.

1.- Lorenzo Errázuriz Vergara (¿1683-1755), bautizado en Aranaz el 19 de Mayo de 1683. Alcalde en 1755 en representación de su hijo ausente en Chile. Fallecido en Sosaya en 1755. Casado en Aranaz con Micaela de Larraín[67].

Como se puede observar los Errázuriz han estado presente por casi toda nuestra historia, y en toda ella han detentado el poder en sus diversas expresiones. Esta información al mismo tiempo desmiente la afirmación de Francisco Javier Errázuriz, quien asegurara hace algunos años que él hizo su fortuna criando pollitos. También podemos observar que el poder tanto político como económico es transmitido de generación en generación vía matrimonio, mecanismo por el cual se proyectan continuamente al futuro, un futuro dominado exclusivamente por las familias más poderosas de nuestro país, y al mismo tiempo queda claramente establecido que el trabajo arduo y duro no podrán hacer millonario a nadie, ya que la riqueza está concentrada en las mismas manos de siempre.

Con la relación histórica realizada con los Errázuriz, también comprobamos como el poder se transmite y afianza vía matrimonio. Las familias para concentrar su poder y proyectarlo al futuro, no dudan en casar a sus hijos con los miembros de otras familias poderosas.
        
En este punto muchos se preguntarán de donde proviene la familia de nuestro mandatario, y para matar la curiosidad, presentaremos algunos antecedentes de nuestro actual presidente, don Sebastián Piñera, en primer lugar debemos establecer que es  el tercer hijo del matrimonio entre José Piñera Carvacho y Magdalena Echenique Rozas. Sebastián, nació el 1 de Diciembre de 1949 en Santiago. Los hermanos de nuestro presidente son,  María Magdalena, José Manuel conocido como el “Pepe Piñera”, Juan Pablo y José Miguel conocido como el “Negro Piñera” y María Teresa. Sebastián Piñera es de ascendencia cántabra y vasca. Es descendiente por línea materna, de su tatarabuela, Luisa Pinto Garmendia, una mujer de la aristocrática chilena, y que por casualidad fue la hermana del presidente Aníbal Pinto Garmendia  e hija del presidente Francisco Antonio Pinto y Luisa Garmendia Alurralda quien era descendiente del último emperador inca Huayna Cápac[68]. Entre sus vínculos familiares también cabe mencionar a su primo hermano  Andrés Chadwick y a su primo político José Antonio Viera Gallo (militante del Partido Socialista) que está casado con María Teresa Chadwick Piñera
        
Pero para que no nos acusen de que la información que exponemos es tendenciosa, expondremos también a un conocido de la política nacional, más conocido como el “chico Zaldívar”, que por esas casualidades es también de apellido Larraín. Bien, los orígenes de la familia Zaldívar se remontan al 1700, pero para no alargarnos tanto, comenzaremos con su tátara abuelo que fue don Felipe Solo de Zaldívar Rivera, que se casó con Manuela Allende, que tuvieron 3 hijos, Baldomero Solo Zaldívar Allende, Santiago Solo Zaldívar Allende y Felipe Solo Zaldívar Allende, Felipe se casó con Encarnación Reyes Perés-Cotapo que era hija de Domingo Reyes Saravia y María Mercedes Perés-cotapo de la Lastra. Felipe tuvo como hijo a Rafael Solo Zaldívar Reyes, que se caso con Victoria Errázuriz Larraín, quien era hija de Ramón  Errázuriz Errázuriz y Julia Larraín Plaza. Rafael se casó 2 veces más pero dicha información no es relevante. Rafael Zaldívar tuvo 2 hijos Julia Zaldívar Errázuriz, y Alberto Zaldívar Errázuriz, que se casó con Josefina Larraín Tejada hija de Javier Larraín Aldunate y Manuela Tejada Pérez. Alberto Zaldívar Errázuriz tuvo 7 hijos, Javier Zaldívar Larraín, Felipe Zaldívar Larraín, Josefina Zaldívar Larraín, Renato Zaldívar Larraín, Alberto Zaldívar Larraín, y a José Andrés Rafael Zaldívar Larraín el “chico Zaldívar”  que nació el 18 de marzo de 1936, y que estudios en Instituto Alonso de Ercilla (Colegio de los Hermanos Maristas de Santiago); Universidad de Chile, donde se título de Abogado 1959; ingresó al Partido Demócrata Cristiano 1957; Fue Juez de Policía Local de la Comuna de La Cisterna, en Santiago entre 1962-1963; Subsecretario de Hacienda 1964-1967; Ministro de Economía 1968; Bi-ministro de Hacienda y Economía 1970; Gobernador del Banco Interamericano de Desarrollo 1968-1970; Presidente del Partido Demócrata Cristiano; Senador por Atacama y Coquimbo 1973, siendo interrumpido por la disolución del Congreso Nacional el 11 septiembre 1973 gracias al golpe militar, posteriormente se exilió junto a su familia en España, mientras ejercía la Presidencia de su partido, no pudiendo retornar a Chile hasta 1983; Fue el primer latinoamericano en ocupar el cargo de Presidente de la Internacional Demócrata Cristiana entre 1981 y 1986; participó de la conducción de la Campaña del "NO" en representación de su partido en 1989; Fue presidente de la Democracia Cristiana 1989-1991; Senador por Santiago Poniente 1990-1998; Presidente del Senado entre 1998 y 2004; Ministro del Interior en 2006. El chico Zaldívar se caso con Inés Hurtado Ruiz-Tagle, con la que tuvo 4 hijas, y además es hermano de[69] Adolfo Zaldívar Larraín, más conocido como el “colorín”, que es presidente del partido regionalista o PRI.

La familia Zaldívar figura como poseedora de un mayorazgo, situación que permitió al mismo tiempo vincularse con otros mayorazgos, como el Larraín, Ruiz-Tagle y con los Errázuriz.

Para finalizar este apunte de formación, solo basta establecer:

1 Que el sueño americano, es solamente eso, un sueño, creado intencionalmente por los que son propietarios del poder, con el objeto de generar esperanzas para el pueblo, esperanzas que limitan la posibilidad de romper las cadenas que lo mantienen en la pobreza.
2  La democracia que supuestamente nos permite participar del poder y nos asegura que en algún momento podremos realizar cambios, no es más que una falacia, una mentira muy bien envuelta en juegos de verdad, pero finalmente una mentira, ya que el poder económico, religioso y político está en las mismas manos desde hace ya de 400 años, y esos los dueños del poder no nos dejaran nunca cambiar lo que ellos han construido con el trabajo de nuestro pueblo.
3  La historia de nuestro país, es desconocida por nuestro pueblo, y lo que es peor, es desconocida por los que están llamados a cambiarla. La verdadera historia la conocen principalmente los dueños del poder, y se sienten orgullosos de eso, por lo mismo escriben libros grandilocuentes donde exponen libremente y sin ningún temor su historia, ya que están seguros que solamente ellos la leerán.
4  La acumulación inicial del poder, ha determinado diversos mecanismos para mantener dicho poder en el mismo grupo de familias que históricamente lo han detentado, es por eso cuando aparece un Lucsik, Poolman, o cualquier otro nuevo rico, ellos son coaptados vía matrimonio de sus hijos, con el objeto de que no exista nadie que les dispute el poder que por tantos años ellos han acumulado.

MARIO PAZ
SOCIÓLOGO
SECRETARIO DE LOS HIJOS DE MAFALDA


[1] El Contrato Social J.J Rousseau
[2]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos” Juan Sempere y Guarinos. Página 1
[3]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 3
[4]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 2
[5]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 6
[6]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 6
[7]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 7
[8]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 8
[9]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 10
[10]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 17
[11]Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 14
[12]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 15
[13]“Historia de los Vínculos y Mayorazgos”  Juan Sempere y Guarinos. Página 15
[14]MAYORAZGOS y  TITUL0S DE CASTILLA. DOMINGUO AMUNATEGUI. TOMO PRIMER0 Prologo Página X
[15]MEMORIA HISTÓRICA.  PRESENTADA A LA UNIVERSIDAD DE CHILE, EN CUMPLIMIENTO DEL ARTÍCULO 22 DE LA LEI DE 9 DE ENERO DE 1879. POR DOMINGO AMUNATEGSUI SOLLAR. Prologo XI
[16]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina. Página 158.
[17]“Disolución de los Mayorazgos”. Rafael Gibert y Sánchez de la Vega. Página7
[19]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[20]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina
[21]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[22]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[23]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina.
[24]Familias Fundadoras de Chile. El Segundo Contingente. J. Retamal Favereau; C. Celis Atria; J. M. de la Cerda Merino; C. Ruiz Rodríguez; F. J. Urzúa Prieto Páginas 472
[25]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[26]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina.
[27]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[29] “Santiago de Chile” Historia de una sociedad Urbana A. de Ramón Página 21
[30]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[31]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina
[32]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[33]“El Fuero Viejo de Castilla Código Nobiliario”. Álvaro Patricio Correa Molina
[34]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G.  
[35]Carlos Valenzuela Solís de Ovando. Biblioteca Virtual Universal 2006
[36]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G
[38]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[40]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[42]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[43]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[44]http://www.galilea.es/chile/juan_balmaseda.htm
[45]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[46]Familias Fundadoras de Chile. El Segundo Contingente. J. Retamal Favereau; C. Celis Atria; J. M. de la Cerda Merino; C. Ruiz Rodríguez; F. J. Urzúa Prieto Páginas 231;232
[47]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[48]http://www.freewebs.com/etagle/paf/pafg10.htm.
[49]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía)
[50] Familias Fundadoras de Chile. El Segundo Contingente. J. Retamal Favereau; C. Celis Atria; J. M. de la Cerda Merino; C. Ruiz Rodríguez; F. J. Urzúa Prieto Páginas 524;525
[51]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[52]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[54]“Vida Jurídica Práctica Contenida en los Archivos Notariales Chilenos del Siglo XIX”. Gonzalo Velázquez G. Monografía
[55]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. página 186
[56]“Mayorazgos y títulos de Castilla “de Domingo Amunátegui Solar Página 429
[57]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 187
[58]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 187.
[59]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 188
[60]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 188
[61]“Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 191-192
[62] Historia y Vigencia De La Institución Del Mayorazgo” Marcela Fuenzalida Villagran y Roberto Fuenzalida Villagran 1988. Página 233
[63] Pedro Lira “El Código Civil Chileno” página 14
[64] No se consideraron los diputados suplentes, para no realizar un listado interminable. Pero entre los diputados suplentes se repiten los apellidos Portales; Larraín; Errázuriz etc
[65] www.genealog.cl/Chile/P.html

[66] NELSON PATRICIO ALTAMIRANO ARANCIBIA Texto sin publicar 2011
[67] NELSON PATRICIO ALTAMIRANO ARANCIBIA Texto sin publicar 2011
[68] Retamal Favereau, Julio; Celis Atria, Carlos; y Muñoz Correa, Juan Guillermo - "Familias Fundadoras de Chile, 1540-1600", Editorial Universitaria, Santiago, 1992. pág. 789
[69] http://www.genealog.cl/Chile/L/Larrain/

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